Hoy es el último día de un año diferente. Comenzamos este ciclo post pandemia con la esperanza de las vacunas contra el Covid19, con el objeto de retomar la actividad laboral presencial y volver a consumir. Ya desde las primeras horas del año el objetivo era el consumismo y muchos se hicieron eco de ello para desarrollar productos de prevención a fin de hacer mas práctica la circulación para promover ese consumismo. Barbijos, guantes de nitrilo, de látex, cubrebocas, máscaras y viseras transparentes, alcohol y alcohol en gel con protecciones y derivados. Desde una perspectiva pre-libertad de circulación ya se habían desarrollado una serie de artilugios mediante los cuales el miedo era la herramienta principal de marketing offline.
No me canso de decir, aunque parezca una frase trillada, que vivimos en un mundo en constante movimiento y evolución permanente. Sin ir mas lejos a principios de enero pasado les hablaba de lo importante que podría ser la automatización que rezaban los especialistas en los eventos online y las innovaciones en cuanto a realidad virtual y nuevas tecnologías afectarían la forma en que se desenvuelve el mundo y se interconecta con los consumidores.
La realidad fue abrumadora, tan solo unos meses pasaron y Facebook pasó a ser Meta y a desarrollar junto a otras compañías el Metaverse, un entorno virtual que verá la luz en breve y transformará el mundo, la internet como la conocemos desaparecerá (ni la Matrix se animó a tanto). En Dubái encargaron la construcción de automóviles inteligentes aéreos (si, están leyendo bien) para ser utilizados como taxis durante el mundial. Las posibilidades de BRENT (el algoritmo -próximo a cambiar- de Google) y Microsoft Azure -entre otros- para el desarrollo de la automatización basados en la nube ya son una realidad y en Argentina seguimos discutiendo sobre política, fútbol y religión y después nos preguntamos «¿Qué pasó con nosotros?» señalando con vehemencia al gobierno de turno para expirar nuestras culpas en los demás, mirando al pasado con ojos hipócritas, como la mirada triste de un payaso con una mueca de mentira.
Durante los primeros meses tuve la oportunidad de terminar mi libro «Social Media Post Pandemia» en el que, desde mi no tan humilde opinión, pude desarrollar como un compendio los conocimientos necesarios para que las generaciones de adultos mayores, (pequeños empresarios, profesionales y comerciantes), que no comprenden de que trata el vasto mundo del marketing de redes sociales ó quizás, no puedan acceder a contratar los servicios para sus proyectos, puedan implementar estos conocimientos en su día a día y beneficiarse con sus frutos. El libro finalmente vio la luz en Mayo y se encuentra disponible con descarga libre y gratuita en mi sitio web. ¿Por qué regalo un libro que puede solucionar muchos aspectos a muchas personas? Sencillo: Porque puede solucionar muchos aspectos a muchas personas, (si encontraran la cura para todas las enfermedades, seguramente la regalarían al mundo, no la comerciarían).
Volviendo al ruedo de un año que pasó volando, finalmente pudimos ver la luz al final del túnel y las empresas volvieron a abrir sus puertas al entorno presencial, híbrido en algunos casos ya que en nuestro país se pudo reglamentar el teletrabajo y surgieron leyes que defendían al trabajador a distancia y amparaban a las empresas. Las vacunas, Sputnik, Pfizer, Moderna, Sinofarm, Astrazeneca, nos dieron la posibilidad de retomar algunos hábitos y de volver al trabajo. Las marcas y los grandes desarrolladores con vista de águila supieron desarrollar más actividades, cursos, talleres, seminarios y eventos online para acercar nuevas tecnologías a las agencias de marketing a fin de cambiar el amplio espectro de trabajo e idiosincrasia de los profesionales.
No podemos anticipar el paradigma que definirá nuestras acciones para este próximo 2022 que llegará en menos de 24 horas, pero podemos afirmar que haremos todo lo posible para dejar a las generaciones venideras un legado de construcción, de trabajo. Compartir es fundamental y creo que es la mejor enseñanza que podemos hoy inculcar. Compartir el conocimiento es heredar y trascender mas allá de los hechos. A las nuevas generaciones quiero dedicar mis esfuerzos de este año. Compartir es mi legado.
¡Tengan todos un feliz año nuevo 2022!