Los folletos publicitarios son una forma sencilla, económica y efectiva de conseguir nuevos clientes para tu negocio. Son sencillos de diseñar, rápidos de imprimir y de económica distribución y ocupan un lugar esencial en el plan de marketing omnicanal que desarrollaremos durante el inicio de este nuevo año 2022 para llevar adelante nuestras estrategias de marketing.
¿Qué quieres conseguir con el folleto que estás a punto de producir? Este es el primer punto que tienes que tener claro. ¿Quieres dar a conocerte? ¿O dar a conocer un servicio en concreto? ¿Es una oferta limitada? Sea como sea, defínelo de forma detallada. Cuando lo tengas, dilo en voz alta, escríbelo en un papel o explícaselo a alguien que no sepa de qué se trata. ¿Queda claro? ¿O hay puntos que quedan difusos? Si es así incluye toda la información necesaria y remarca lo más importante. Ya tienes un boceto de tu folleto.
En este sentido, hay que tener en cuenta que cuanto más claro y conciso sea el folleto publicitario, mucho mejor. Además, es imprescindible que tenga algunos elementos, como son el eslogan y el logotipo de la marca, logotipo o eslogan también de la campaña (si hubiere) y, por supuesto, una estructura del tipo: título, subtítulo y párrafo. Además, se pueden incluir ítems o destacados para potenciar y hacer hincapié en cierta información. Por supuesto, el hecho de que sea un díptico, tríptico u otro formato determinará la estructura. La «portada» será lo primero que se verá. Aprovéchalo. En la última página repite el logo, el eslogan y los datos de contacto.
No hay una norma universal en cuanto al diseño de folletos publicitarios. La creatividad es importante y llamar la atención del cliente potencial es la máxima que tienes que perseguir. Por eso, nuestra recomendación es: Sé original. A lo largo de los años habrás visto infinidad de folletos, pero seguramente la mayoría de ellos habrán llegado a tus manos y al girarte lo hayas depositado en la basura. ¿Estamos en lo cierto? Si queremos evitar que esto ocurra debemos dar algo por lo que merezca la pena guardarlo para ver más tarde, para compartirlo con amigos, para recomendárselo a tus padres… El diseño que escojas y los acabados (así como los mensajes y las promociones que ofrezcas) son la clave para conseguirlo.
El mensaje es también una parte muy importante de tu díptico. Qué quieres decir es importante, pero casi tan importante es el cómo lo digas. Piensa en tu público, en cómo atiendes a tus clientes, y define el lenguaje y tono de tu folleto publicitario en consecuencia. No hace falta decir que seas coherente y, por supuesto, que te asegures de que no haya errores ortográficos, de puntuación, tipográficos… Si quieres asegurarte, que pase por varias manos antes de imprimir. Cuatro ojos ven más que dos.
Una vez hayas seguido los anteriores consejos podrás saber si has llegado a buen puerto con la archiconocida pregunta en inglés WIIFM (What’s in it for me?). Una traducción aproximada sería algo así como «¿Qué hay aquí para mí?». Es la pregunta que se hará, de forma inconsciente, cualquier usuario que reciba ese estímulo en forma de folleto publicitario. Si puedes responderla de forma rápida y sencilla: excelente, has hecho un buen trabajo.
La producción y la distribución de los folletos publicitarios son aspectos muy variables, y dependerán de varios factores. Si tus clientes se reparten a nivel nacional, obviamente tendrás que tenerlo en cuenta. Si por el contrario tu negocio es local, céntrate en tu zona. Existen multitud de soluciones y se adaptan a todas las necesidades.
