El auge de la compra online ha supuesto un cambio en muchas empresas que se han lanzado a por un nuevo modelo de negocio, con las redes sociales jugando un importante papel. Los clientes esperan que la atención que se les presta en canales como Twitter o Instagram sea cada vez más rápida y personalizada.
La fusión del mundo físico con la realidad virtual y aumentada está dando mucho que hablar en los últimos tiempos debido al anuncio de Meta, la nueva marca con la que Facebook apuesta por una nueva realidad a través de avatares en 3D que conectará distintos entornos digitales, a pesar de que se estima que esta realidad tardará entre 10 y 15 años en materializarse.
Sin embargo, la conversación generada en torno al metaverso seguirá ocupando titulares y haciendo que la realidad virtual, las reuniones digitales, los filtros y la realidad aumentada ocupen cada vez más espacio en las redes sociales. Aquello de que la realidad supera a veces a la ficción parece ser más cierto que nunca, con nombres propios como Minecraft o Fortnite en los que los jóvenes pasan cada vez más tiempo inmersos. Las empresas no son tontas y se están dando cuenta de la oportunidad que las experiencias inmersivas tienen de cara a sus audiencias.
Las tendencias en redes sociales se verán condicionadas por dos cosas: por las nuevas funcionalidades e irremediablemente por la situación que hemos vivido con el coronavirus. El contexto actual ha hecho que cambiemos nuestros hábitos y que nos volvamos más activos con las redes y las plataformas digitales, como ocurre con el auge del eCommerce.
El contenido generado por el usuario crecerá exponencialmente, porque los usuarios lo tienen más fácil que nunca para crear sus propios contenidos. Gracias a redes sociales como Instagram o TikTok, es cada vez más fácil hacer vídeos y compartir contenido, eliminando ciertas barreras técnicas. Esto afecta también a las marcas, que deben crear contenido utilizando esas funcionalidades, pero dando un toque más profesional a lo que publican.
Saber estimular el user generated content es clave para volvernos más relevantes en las redes, algo que se puede estimular con la creación de concursos y sorteos en los que se busque la interacción o mediante iniciativas similares que no se alejen de la misión y los valores de las marcas. De hecho, la tendencia a que cada vez más usuarios instalen bloqueadores de anuncios y huyan de la publicidad tradicional nos incita a la generación de nuevos tipos de campañas para volvernos visibles.
Los profesionales del marketing seguirán adaptándose a la realidad postpandemia. Las marcas y empresas deberán potenciar los contenidos digitales para seguir sustituyendo eventos presenciales, buscando nuevas formas de relacionarse con la comunidad y con empresas afines. Deben seguir aportando contenido de valor a una audiencia cada vez más acostumbrada a utilizar herramientas como Zoom.
Esto también implica una adaptación en la forma de consumir y en la audiencia. Y es que con la llegada de la COVID-19, las redes sociales aumentaron en más de 500 millones de usuarios en todo el mundo respecto al mismo periodo del año anterior. Esto se explica por la necesidad de información y entretenimiento que necesitamos en tiempos tan convulsos. Los contenidos digitales superarán (de nuevo) a los tradicionales, debido al cambio de hábitos que venimos sufriendo en los últimos años. Al mismo tiempo seguirán surgiendo nuevas formas de dirigirse y de llegar a nuevos tipos de públicos.
A nadie se le escapa que el 2021 ha sido el año de la digitalización de las empresas, un protagonista indiscutible en todo tipo de negocios. La recuperación económica será fundamental y, por eso, el digital selling será la estrategia de ventas, porque ya no basta con limitarnos a estar en internet, sino que ahora las empresas y organizaciones han de ser visibles y diferenciarse de sus competidores. Por eso, combinar la venta social y el posicionamiento será clave para ser una empresa de éxito en el siglo XXI. Las redes sociales, el SEO y el marketing de contenidos suponen una combinación mágica.
Mientras que hace unos años las únicas vías de hacer publicidad en la red eran los anuncios, esos formatos hoy en día son percibidos como impactos sumamente invasivos por los usuarios. Es por eso que redes sociales como Instagram están explorando nuevas funcionalidades que ofrecer a las empresas, como diferentes tipos de anuncios que permitan atrapar a los usuarios sin que necesiten salir de la propia aplicación.
Es por eso que las marcas deben considerar la forma de visibilizar sus productos y servicios en la red, aprovechando las distintas formas de venta que ofrecen formatos en auge como Reels o Stories y teniendo en cuenta la importancia cada vez mayor que el público otorga a la responsabilidad social corporativa. Las personas quieren quedarse cerca de aquellas empresas que se preocupan por los temas que les preocupan.
Por suerte, las marcas se han dado cuenta de que apostar todo su dinero de marketing en campañas con influencers que siguen millones de personas no tiene demasiado sentido cuando puede dedicarse un presupuesto mucho menor y aprovecharlo mejor si apuestan por microinfluencers bien posicionados en sectores nicho que suponen tasas de conversión mucho más elevadas.
El auge del marketing de influencers es una oportunidad y una tendencia que seguirá dominando este 2022, con cerca de un 70% de los profesionales del marketing planteándose poner en el centro de su presupuesto campañas de este tipo. Conquistar a nuevas audiencias mediante los creadores de contenido en los que confían en redes sociales y a los que ceden parte de su tiempo diario es todo un acierto con el que ampliar su base de datos de clientes.
Las plataformas de redes sociales y los medios tradicionales han visto cómo en los últimos años la democratización a la hora de publicar en redes sociales ha supuesto un problema en cuanto a la facilidad con la que se consigue convertir hacer pasar por real noticias falsas. Son las famosas fake news, a las que las redes sociales le están plantando cara en los últimos meses, uniéndose a empresas como The Associated Press y Reuters para ponerle freno, como en el caso de Twitter.
Luchar por minimizar la información falsa será una de las tendencias en redes sociales este 2022, algo a lo que se ha sumado recientemente Facebook con el objetivo de verificar hechos, permitiendo que cada plataforma recurra a fuentes como las mencionadas para contrastar y cuestionar noticias de última hora, lanzando avisos al usuario y dando más contexto a los mensajes para poner freno a la lacra de los bots, a los mensajes de odio y a la constante falta de atención con la que el usuario comparte contenido a menudo sin pasar del titular. Combatir la desinformación es responsabilidad de todos.
Socializar, conectar y mantener relaciones seguirán siendo los puntos clave de las redes sociales, una herramienta cada vez más importantes para las marcas del siglo XXI.
